Así lo expresó en el Pleno del Ayuntamiento de Palma de ayer, lo que nos dejó bastante estupefactos pues no puede entenderse una concepción de la Ciudad de Palma que prescinda de las barriadas. A las barriadas les afecta el diseño de la Ciudad de igual manera que no puede construirse una casa por el tejado. Quizá esta idea, que vuelve a estar lejana a la ciudadanía y a su día a día sea la que explique el caos urbanístico en el que está sumergida, literalmente, la Ciudad de Palma.
Evidentemente, esta visión administrativa y urbanística que prescinde de las barriadas por un bien supuestamente más elevado o superior implica tener una idea del interés general justificada por una acción de gobierno esté o no equivocada, lo cual acarrea evidentes perjuicios a ciudadanos concretos que, al parecer, tienen que limitarse a soportar este mal diseño de Ciutat a toda costa.
Ahora entendemos la pasividad que muestra el Consistorio ante los graves problemas de tráfico peatonal que existen en la calle Blanquerna, por qué la iniciativa de las obras de la Calle Fábrica no ha sido consensuada con las entidades vecinales - obras que por cierto serán visitadas mañana por una comitiva que incluye a la Alcaldesa, al Delegado del Gobierno y a un importante cargo de un Ministerio venido desde Madrid para asegurarse la foto de la inversión realizada en esta calle emblemática de la barriada mallorquina de Santa Catalina.
El alto cargo, sin duda, estará ajeno y volverá a Madrid sin conocer la polémica vecinal suscitada en todos los Ejes Cívicos que se está demostrando son un fracaso, así lo atestiguó también en el Pleno AFEDECO, subrayando con datos estadísticos y realismo sobre el cierre de los comercios nuestra preocupación por estos temas.
Al final quien cierra es el pequeño y mediano comercio, que no puede soportar la presión de este diseño de ciudad a la carta que defiende el actual equipo de Gobierno en el Ayuntamiento de Palma.Texto secundario
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