El contacto con la ciudadanía tiene como efecto inmediato la transmisión de la confianza, un valor fundamental en la política actual. Ser progresista ya no es un activo de nadie, el espectro político va a quedar dividido entre socialistas, conservadores y liberales, lo que va a permitir el verdadero juego democrático que se distancia cada vez más del bipartidismo. Si no se vota al centro izquierda o al centro derecha a quién se le va votar, esta es la estrategia de los mayoritarios para no dejar libre el centro político; pero resulta que los liberales somos el centro político natural, el que se sitúa equidistante entre la izquierda y la derecha. Este privilegio nos va a permitir construir políticas hasta ahora desconocidas en nuestro país, de gran efectividad sociológica. Ahora sí que es cierto que Uds. van a tener una alternativa a la que elegir que no es de izquierdas ni de derechas en el sentido histórico que se les ha dado a estas ideologías en España.
Foto: Entrada a la presentación del Proyecto Liberal en el Pueblo Español de Palma de Mallorca, con asistencia de numeroso público.
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