Los liberales proponemos bajar los impuestos; pero no en cualquier momento, ni de cualquier manera, sino justo antes de la reactivación económica. No se trata de rebajar las cuotas de la S.S., sabiendo que dependen de estos ingresos del Estado la Sanidad y las Pensiones, sino de adecuar las cuotas de tal manera que más personas sean contratadas en estos tiempos difíciles, de manera transitoria, al tiempo que se abre el debate sobre la reducción presupuestaria de las partidas que pudieran compensar esta bajada de impuestos transitoria, en gasto armamentístico por ejemplo.
Hoy, sin ir más lejos hemos conocido en las Islas Baleares que la subvención del Estado para I+D se está dedicando nada menos que a subvencionar zapatos con GPS, es decir, consumismo porque el Estado no nos va a regalar estos zapatos. Todo un despropósito que pagamos los ciudadanos en tiempos de crisis ¿y a qué precio?. ¿Y la inversión en seguridad vial que reduce costes sanitarios y produce más empleo que los zapatos con GPS cuando ya hay móviles con este sistema integrado? El gran debate para los liberales es conseguir ordenar las preferencias presupuestarias, que además deben ser equilibradas como la mejor manera de salir de la crisis estando como está el país. Ya no les decimos que recorten en subvenciones por motivos lingüísticos, porque luego los nacionalistas se enfadan y Uds. no tienen mayoría de Gobierno sin ellos.
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