19/11/12

Quien no Ama a Cataluña, no merece tu voto.

A propósito de las inminentes elecciones catalanas y como mallorquín, les puedo hablar de una experiencia propia que observo que se da igualmente en Cataluña que aquí, en las Islas Baleares, donde tiene su réplica: durante más de treinta años de democracia los partidos nacionalistas se han aprovechado siempre de los errores de los partidos de corte estatal, muchos y variados, para elaborar así, sobre esta base de discrepancia, su propio discurso.

Estos argumentos nacionalistas establecen una soberanía territorial que permita el aprovechamiento, para sí, de los recursos. De esta manera, se propone una policía propia, una Justicia demarcada, un Parlamento diferenciado y, ahora, un Estado independiente con el auspicio de los propios españoles. Es decir, la configuración de un marco jurídico propio que les permita crear su cortijo.

Quienes de verdad quieren una Cataluña libre, independiente en el sentido de autosuficiencia, quienes de verdad aman a Cataluña, como aquí en Baleares nos ha pasado, muchas veces ni siquiera son catalanes de nacimiento.

Los catalanes que exigen respeto por una cultura foral propia, que de verdad aman su tierra, anteponen a estos principios y valores mucho más que solo intereses en la explotación de los recursos. Pero quienes por el contrario actúan como depredadores, no le hacen ningún favor a su pueblo, sino que buscan perpetuarse a sí mismos, en un anhelo independentista que les traiga la Gloria, el pasar a los libros de Historia como los que intentaron la separación de Cataluña de España dejando alto el listón nacionalista, el nuevo hito, la película electoralista de moda a la que hay que votar ¡no se lo merecen!

Aquí en Baleares, como en Cataluña y en el resto de España somos conscientes de que hay quienes se aprovechan de la tierra, extraen de ella todo lo que pueden, se la reparten, juegan sin escrúpulos buscando el beneficio neto sin devolver nada a cambio. Son nacionalistas organicistas, consideran al pueblo como un cuerpo humano, como algo orgánico con vida propia que nace de la tierra, pero sin corazón.

Los partidos nacionalistas no son partidos políticos, son Sociedades de intereses sin Alma como ya tienen demostrado ¡qué no serán entonces en el futuro Estado independiente!

Antes de votarles, asegúrate de que tu voto no les dé una legitimidad histórica que Cataluña ya tiene por sí misma, desde siempre, encajando de manera natural en España. No siempre el fin justifica los medios.

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