PLENO AYUNTAMIENTO PALMA. 26-09-2013.
Punto 49. II.- Mala imagen de Playa de Palma.
Hablar solo de la mala imagen que
ofrece Playa de Palma se queda muy lejos de la realidad. Lo que existe de fondo
es un cúmulo de problemas que tienen como consecuencia esa mala imagen.
Piensen en el siguiente escenario:
Una playa turística
internacionalmente conocida, Platja de Palma.
Miles de turistas de diferente
condición y nacionalidad que deciden pasar sus vacaciones de verano en ella.
Los que vienen en julio y agosto
son más jóvenes (provocan conflictos, hacen botellón, trasnochan más y gastan
menos) los que lo hacen en septiembre y octubre son mayores y disfrutan de
mayor poder adquisitivo, por lo tanto valoran más la seguridad y detestan los
conflictos, los robos y las estafas, buscan más calidad.
Y un Ayuntamiento, encargado de
gestionar la seguridad de esa zona de concurrencia pública, que no destina
policías suficientes para garantizar una buena temporada turística para todos:
pequeños, grandes y medianos empresarios y hoteleros.
¿Alguien lo entiende? Solo puede
entenderse cuando empezamos a fijarnos en cómo funciona de verdad esa zona. Algo
señores concejales que no puede verse cuando sus comitivas, la última este
mismo lunes, van precedidas de agentes de paisano que disuaden a los
delincuentes y que causan un efecto preventivo cuando les acompañan a Uds. que
ya nos gustaría tenerlo cada día. Todos los delincuentes se esconden y tapan
las mercancías ilegales, ¿no creerán de verdad que lo que han visto es la
realidad?
Mal se va a resolver este año una temporada que se verá
alargada y complicada. Tal vez alguien ingenuamente habrá creído que los males de la Playa de Alcudia
se quedarían allí, pero no, este año vienen para Platja de Palma también. En la
Platja de Palma la temporada se alargará hasta casi noviembre y los
delincuentes de la Playa de Alcudia, donde los hoteles cierran antes, vendrán a
cerrar su propia temporada particular a Palma.
El primer problema y el más
importante de todos es que no se entiende que los municipios turísticos que más
ingresos generan no dispongan en sus presupuestos anuales de las partidas
necesarias destinadas a seguridad, destinadas a efectivos policiales
suficientes o que aún teniéndolo previsto, terminen por dedicarlo al final a
otras cosas. Se han dedicado 400.000 euros a pagar a los agentes de la ORA, y
200.000 euros para pagar a la Orquesta Sinfónica. Pero si la orquesta Sinfónica
viene desde hace un año a cada Pleno para decir que se les siguen debiendo
meses atrasados.
Miren, el juego de los vasos
comunicantes ya no les sirve, aquí quito y allí pongo. O arreglan el problema de
mala gestión presupuestaria del Ayuntamiento y asumen la realidad o simplemente
harán el ridículo ante unos ciudadanos cada vez más hartos de que se les tome
el pelo.
Esta era la realidad antes de ayer martes a las 13.30hs.:
Venta ambulante generalizada, tanto en la arena como en las
terrazas de los bares, masajistas chinas, prostitutas nigerianas, trileros en
la línea que divide la playa de Palma y Llucmajor, senegaleses sin
documentación en grupos de 5 a 10 cada veinte metros, reparto de panfletos
publicitarios ilegalmente, grupos de publicidad en la playa con altavoces,
gritando y repartiendo propaganda ilegalmente, dos carteristas, y una
organización entre todos ellos que daba miedo.
Usan móviles, personas apostadas, observan sus potenciales
objetivos, no arriesgan si el delito no les es fructífero. En fin, dudo mucho
que las comitivas del Ayuntamiento hayan podido apreciar lo mismo al ir
precedidas de agentes de paisano que en cuanto son reconocidos ahuyentan a los
delincuentes y se tapan las mercancías que sirven al comercio ilegal en la
zona.
O hay policías que protejan lo zona o hay todo esto, así de
claro, seguridad o delincuencia, no hay más alternativa en un sitio así. Y la
seguridad de esa zona es una competencia pública, perfectamente delimitada.
Qué cerca nos queda en Platja de Palma el modelo de Alcudia,
cuando nos decía hace pocos años el Alcalde de Alcudia, por entonces de U.M, que
no podía resolver el problema de inseguridad en sus playas porque era un
problema heredado y qué lejos nos queda el ejemplar modelo de la Playa de Ca´n
Picafort.
Miren Uds. si decimos que no hay dinero en el Ayuntamiento
para pasar la ITV de los vehículos de policía y que hay que buscarlo como sea,
si ya se ha decidido no renovar por unos meses más los contratos de los policías
turísticos, si preferimos pleitear con los policías antes que darle estabilidad
a la zona, sino se abre el debate del Alcalde Pedáneo y si ponemos excusas,
excusas, excusas porque siempre hay algo que justifica no hacer las cosas bien
en la zona ¿quién está fallando? no miren muy lejos, es el Consistorio, son los
intermediarios entre lo que sucede en la zona y lo que explican que sucede en el
Ayuntamiento.
Sabemos que muchos intermediarios, personas interpuestas por vecinos
y empresarios que negocian con el Ayuntamiento acaban por adquirir los tics de
palacio, van lentos, se convencen fácilmente de que no se pueden arreglar las
cosas, prometen, prometen y vuelven a prometer pero nunca cumplen lo que dicen.
Al final, quedan mal estos intermediarios, queda mal el Ayuntamiento y los que padecemos
allí estos problemas seguimos sin ver soluciones. ¿Por qué se ha llegado a este
punto? lo podemos intuir, pero no digan que no hay dinero por la crisis en el
Ayuntamiento, lo vienen haciendo así desde hace décadas. Para estos asuntos
nunca hay dinero, las arcas siempre vacías.
Si sacamos la lupa y examinamos las intervenciones estrella
de este verano en la zona no tienen desperdicio. Agentes de la policía
acompañados de traductores en horas extras diciéndole a los turistas que no
hagan botellón justo en dos balnearios concretos, titulares de prensa diciendo
que se ha erradicado el botellón en un 90%, evidentemente en esos dos
exclusivos balnearios controlados. ¿por qué y para qué esta falsa propaganda? ¡
Por qué insistir en decir que las cosas van bien cuando la zona es un desastre,
una bomba de relojería siempre latente?
Los policías turísticos son los más expuestos a estas
situaciones, la precariedad laboral de su contratación les lleva a situaciones
poco estables. De una lesión que se prolongue en el tiempo puede depender por
ejemplo la renovación de su contratación para la próxima temporada. Un cúmulo
de despropósitos que se generan como consecuencia de no darle estabilidad a los
Cuerpos que necesitan especialmente que su función pública sea reconocida y
valorada.
Pero claro, el Ayuntamiento sí tiene dinero para pleitear en
crisis, con quien sea y con quien haga falta. Una sabia manera de ahorrar para
las arcas públicas, un invento que según Uds. le ahorra mucho dinero al
ciudadano y que consiste, aplicando políticas antiguas, en reprimir a los que
exigen sus derechos correctamente para aplicar el rodillo de la mayoría en el
Consistorio mientras los medios de comunicación trasladan un mensaje equivocado
de lo que está pasando en la zona.
¿Con qué verdad nos tenemos que quedar? Con la del
Ayuntamiento, con la de los periódicos o con la de quienes nos invitan a que
vayamos a pie a visitar la zona y comprobamos que todo lo que hay por metro
cuadrado es imposible que no obedezca a intereses determinados. La mala imagen
de la Playa de Palma podemos decir visto cómo funciona este sistema antiguo,
trasnochado de imposiciones y favores personales según convienen y a quién
conviene es una imagen que se ha consentido que exista por parte del
Ayuntamiento de Palma y de esta ineficacia tienen que responder quienes están
defendiendo una realidad que no existe. Es verdad que al político le suelen
vender la moto, pero no vendan Uds. año tras año la Playa de Palma a estas prácticas.
Decir que la oficina turística de
Plaza España ofrece información errónea es como decir nada cuando lo que no hay
es un transporte público en condiciones a la Platja de Palma, hablar de la
suciedad en la zona, es como pasar de puntillas por encima de los problemas de
corrupción que se dan en la zona, hablar simplemente de una mala imagen es
encubrir los problemas que genera la competencia desleal entre empresarios – la
hay desde el momento en que la arena se convierte en el campo de batalla para
ver quién la ensucia más con los panfletos de la discoteca de moda que atraen a
los turistas- Y todo esto pasa por no llamarle a las cosas por su nombre y
sucede así desde hace décadas porque la culpa de que esto se consienta es del
Ayuntamiento, le pese a quien le pese y digan lo que digan.
Muchas gracias.
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