5/11/08

Contracorriente.



Deseamos exponer nuestra opinión respecto de la manifestación convocada mañana para protestar contra el borrador del decreto que regula la exigencia del catalán al personal sanitario, como podrán comprobar resulta contraria a todos los agentes sociales y partidos políticos que se han significado al respecto hasta el momento:

Primero.- No comprendemos por qué los sindicatos convocantes de la manifestación no desean la presencia de partidos políticos en la misma con la excusa de evitar su politización, precisamente cuando si hay algún Agente Social politizado por excelencia es el sindicato. Entendemos que la causa es suficientemente relevante como para que esta presencia de partidos políticos se produzca, pues al fin y al cabo son los partidos quienes tienen la oportunidad de cambiar el borrador o decretar nuevas medidas. En esto discrepamos con el PSOE, quien pretende quitarle importancia al asunto por aquello de evitar las incomodidades que le supondría a su gobierno reconocer una excesiva catalanización de los servicios públicos, lo que le enfrentaría a sus actuales socios en las Islas Baleares y Cataluña.

Segundo.- No compartimos con el PP, UPyD y Ciutadans su simplificación de la problemática lingüistica en Baleares, no se trata sólo de defender el castellano, ni siquiera el bilingüismo tiene sentido si no es en términos de castellano-balear, no castellano-catalán. Puede ser que los partidos que han tenido su inicio en Cataluña sientan la inercia que les lleva a extrapolar el problema catalán a las Islas Baleares, cuando aquí el hecho lesionado es bien diferente, pues se trata de que tanto el catalán oficial como el castellano están estrangulando, como lenguas dominantes, el uso y conservación de nuestra propia tradición oral, el mallorquín o balear. Estas mismas lenguas dominantes, castellano y catalán, están en lucha entre sí, perjudicando con ello la conservación de la riqueza cultural y superponiéndose al estrato lingüístico propio de las Islas Baleares, enfrascadas como están en su peculiar batalla. No se trata, por tanto, de una mera cuestión Constitucional como han señalado los sindicatos, porque llevar la cuestión a este terreno legal -siendo oficial en las Islas Baleares el Catalán por aprobación estatutaria y no por designio directo del pueblo- significa reconocer el reduccionismo del problema al Catalán y al Castellano, garantizadas como están ambas lenguas y su uso por la Constitución española. La única que peligra en este momento de ser fagocitada, por lo tanto, es la balear, lo demás es cuestión de voluntarismo político en el cumplimiento de las Leyes y la ejecución de las Sentencias judiciales que así lo reconocen. No se equilibrarán las lenguas dominantes mientras existan nacionalismos de uno u otro parecer, tanto si son españolistas como si son catalanistas.

Tercero.- Sí coincidimos con el PP en que se trata ésta de una cuestión de méritos, no de requisitos para acceder a la profesión sanitaria. El período de adaptación del personal sanitario al mallorquín o balear debe ser de tres años, igual que el del nuevo funcionariado -dos años es insuficiente. Los médicos deben acreditar su formación y preparación, restringiéndose el aprendizaje de la lengua vernácula a ser un complemento que les permita mayor acercamiento al ciudadano con el que debe entenderse y a los propios compañeros con los que comparte el sanitario su trabajo.

Cuarto.- La imposición por Decreto, a priori, de un nivel mínimo de conocimiento de una lengua ajena, como todas las imposiciones, lo único que consigue es la rebeldía anticipada al aprendizaje de una lengua autóctona que, como es natural, debe terminar entendiéndose por parte de los facultativos que hayan superado el período de integración.

Quinto.- Este partido liberal ya ha manifestado con anterioridad en sus comunicados que una de sus principales preocupaciones es la sanidad. El problema de la sanidad en las Islas Baleares es muy superior y complicado con respecto al que suscita el aprendizaje de la lengua vernácula como requisito obligatorio, precisamente un avance en este campo podría suplir el desinterés de los facultativos de otras provincias españolas y otros países extranjeros a querer venir a las Islas Baleares, no sólo por la lengua, que se convierte en un obstáculo más si se utiliza la Ley para imponerla, sino por la ausencia de instalaciones adecuadas para la experimentación y el desarrollo científico en este ámbito. Conviene hacer memoria y recordar que la gran preocupación de muchos médicos hace diez años fue la decisión del Partido Popular presidido por el Sr. Jaume Matas de llevarse a Cataluña las principales instalaciones científico sanitarias, por falta de terrenos en las Islas decían, con lo que las Islas quedaron desprovistas de estos incentivos para los profesionales, si no vienen no será sólo por la lengua, sino por los pocos atractivos que restan para cualquier sanitario que desee desarrollar su carrera profesional en las Islas.

Sexto.- Toda restricción legal de las libertades supone una estratificación social de la población que ya hemos denunciado en reiteradas ocasiones. La pretensión de crear un establishment nacionalista en la Isla no ha cesado con la aquiescencia del PSOE y del PP en Baleares. Los recientes movimientos del PP en Baleares contra la catalanización para evitar la constante pérdida de votos vuelven a estar en contradicción con la pauta marcada por el PP nacional liderado por Mariano Rajoy, quien quiere ahora seguir a nivel nacional el mismo camino hacia el abismo que siguiera en su momento el Sr. Matas, ex presidente de la Comunidad Autónoma y ex Ministro de España. Si hay alguien que sabe a dónde conducen estas tensiones por el poder son las Islas Baleares.

En conclusión, pedimos rigor y seriedad a los partidos políticos que utilizan estas cuestiones de manera enmarañada para confundir aún más a la población, justificando así su política continuista del poder por el poder; pero sin prestar un mínimo servicio a la verdad y a la ciudadanía. Tal vez sea este último el motivo por el que los sindicatos no desean la politización del asunto; pero aún así se equivocan, precisamente la política es el único instrumento adecuado para resolver esta cuestión, tal es nuestro empeño. Deberían reconocer, en consecuencia, todos los partidos políticos que consensuar con sentido de la responsabilidad y del sentido común lo que es consustancial al pueblo y sus señas de identidad es lo adecuado. Aquí discrepamos de nuevo con UPyD, quien no cree en estas señas de identidad. El Proyecto Liberal Balear sí cree en la identidad de un pueblo, lo que no está dispuesto a hacer es buscar cualquier punto desde el que defender una posición política por participar del pastel electoral a cualquier precio.

Noticia sobre la manifestación celebrada a 6/11/08, con asistencia de más de 300 médicos: http://www.mallorcadiario.com/index.php?option=com_content&task=view&id=39002&Itemid=120


Y contraataque nacionalista, a las claras la dependencia del Govern actual (PSOE) de la minoría radical nacionalista y catalanista instalada en Baleares -cuando se reunían en la Plaza España para conmemorar La Diada de Cataluña en Baleares, hace diez años, no pasaban de la docena: http://www.ultimahora.es/segunda.dba?-1+7+453267

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