Se buscan.
En consecuencia, han sido definitivamente cuatro las explosiones provocadas por la banda terrorista ETA en Palma.
El hecho de que las bombas hayan aparecido en baños de señora hacen presuponer que quienes las colocaron aprovecharon su condición femenina para pasar desapercibidas entre la clientela de los locales abiertos al público y colocar los artefactos. Al tratarse de un modus operandi de ocultación de los artefactos y detonarse con temporizador la única incógnita que hay que despejar ahora es si estos temporizadores fueron activados de manera cohetánea con el atentado de Palmanova para facilitar la huída de los terroristas.
ETA busca a través de estas acciones demostrar que su capacidad de causar muerte permanece intacta, que no está tan deshecha ni herida como se ha dado a conocer. Sin duda al ampliarse su radio de acción terrorista y buscar nuevos modos operativos, ETA está saliendo de sus formas habituales de atentar, con lo que está mermada, efectivamente; pero recurre a objetivos mucho más fáciles y que causan temor en la población.
La conclusión es que ETA sigue activa y que se deben redoblar los esfuerzos para perseguir sus crímenes. Los palmesanos hemos retomado con normalidad nuestra vida, el mejor síntoma de que las intimidaciones de ETA no van a tener el efecto esperado en las Islas Baleares.
Se impone una contundente reacción del Estado de Derecho ante estos intentos de resquebrajar la confianza y afectar a la imagen turística de las Islas y de España.
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